Primeros días con la casita
La verdad es que la respuesta es más sencilla de lo que parece. Después de evaluar opciones, costos y modelos, nos dimos cuenta de que en Chile había una variedad mucho más amplia y accesible que en Argentina.
Hicimos nuestras investigaciones, planillas de Excel con comparaciones, modelos, precios y diseños, y finalmente compramos un vuelo a Santiago para comenzar nuestro “tour” en busca de la casa ideal. Visitamos más de 15 motorhomes distintos hasta que apareció nuestro Ford E-450, modelo 2006, con apenas 47.000 millas.
En Argentina no encontrábamos nada que nos convenciera: los diseños eran menos cómodos y los costos mucho más altos. Y como sabíamos que íbamos a vivir en él a tiempo completo, necesitábamos algo que realmente se sintiera como nuestro hogar.
Probamos de todo: campers, vans, camione, pero ninguno nos generaba esa sensación de “acá nos vemos viviendo”. Hasta que subimos a este Ford y lo supimos de inmediato: era este. Su diseño, la calidez de los colores, los muebles, los espacio, absolutamente todo nos decía que habíamos encontrado nuestra casa.
Así fue que terminamos comprando en Chile: por los costos, por la variedad y porque ahí estaba esperándonos el motorhome perfecto para empezar esta nueva vida.